lunes, 1 de abril de 2013

He oído

           He oído hablar de tí.
         He escuchado tu nombre.
            He sabido y contemplado tu mirada por ojos de otros.
             He querido encontrate, por la voz de los que te conocen
           y me he quedado enganchanda al ruido,
           al ruido de tu nombre.
         He oído hablar de tí,
        te he sentido en la piel de los que te han tocado.
        

            He oído hablar de tí, pero solo ruido hay en mí.

5 comentarios:

  1. Vuelvo a aquel local y me siento en la mesa que tantas veces compartimos. Cierro los ojos. Escucho. Busco entre la confusión de voces la tuya, aquélla que hace poco, mucho tiempo me llenaba de vida y que ya no oigo. Creo captarla, cada vez más cerca, enfrente de mí, a mi lado, pegada a mi oído. Me susurra las palabras que un día me dijiste en las que me explicabas por qué me querías, lo más hermoso que nadie me había dicho, que nadie me ha dicho. Lloro. Sonrío. Abro los ojos pero no te veo, no estás a mi lado, ni enfrente de mí, ni en ningún sitio cercano. Estás lejos, muy lejos, en un lugar al que mis sentidos no son capaces de acceder. Ya no puedo tocarte, ni olerte, ni verte, ni oírte. Te has ido de mi vida, te has llevado tu cuerpo, tu olor, tu luz, tu sonido. Pero no te has llevado esas palabras y su eco está dando vueltas dentro de mí, atormentándome, día tras día.

    Porque me explicaban por qué me querías. Porque no me pueden explicar por qué has dejado de hacerlo.

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  2. ¿todo eso te sugiere la foto?, está genial, me gusta, gracias por compartirlo en este blog.Un abrazo César ( eres un tipo grande).

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  3. Bueno, me lo sugiere mi realidad vital, la orejilla me ha dado pie a soltarlo. Que no es poco ;-)

    Tú sí que eres grande, sigue con esto.

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  4. jajaja ¿dónde esta la tecla de me gusta ese comentario? uy¡¡¡ no la encuentro ;).Gracias

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  5. Pues el comentarista se lo apunta igual :-).

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